1. Balada a la guitarra

Estoy junto a la guitarra
que vengan a llorar sus cuerdas
que van a sonar en la Alhambra
con taconeo y ritmo de palmas
de esa gitana morena.

Si mi alma tiene una pena
suenan tus cuerdas de plata,
si mi vida vive en condena
me das como niña buena
un beso de paz y de calma.

Magia en tus cuerdas, gitana,
con un quejido en saeta
en noche de luna clara
llorando estás hasta el alba
de verbena en verbena.

Guitarra al cante consagrada
con sabor a vino y bodega,
madera de música preñada
las notas de señora y de dama
ebrias de tocar en la fiesta.

Caliente como una pavesa
en noche de magia callada;
gitanos en torno a la hoguera
con vino y conejo de cena
bailando por sevillanas.

Epifanía de notas y baladas,
guitarra con sabor a quimera,
señorío por tierras de España,
beso con brindis del alma
y madre que al hijo besa.

En jardín de Aranjuez, doncella,
que suenan tus cuerdas santas
y en cafés, tablados y tabernas
tus notas se hicieron intensas
con sus arpegios que me hablan.

Capricho en madera embrujada
guitarra de luna llena,
en tí anida Granada
en tardes de luz y de grana
junto a esa bendita sierra.

Patio andaluz, Sevilla en feria,
noche de cante y de farra,
aroma a guitarra en calleja,
arpegios con música añeja
con fandangos, tientos y cañas.

Suena guitarra, baila y canta
con susurros de primavera;
acaricia el dulzor de la salsa,
injerta en mi alma la magia
entre flores y dormideras.

Y es que corre por tus venas
una canción en cascada
y tus notas en barco de vela
por esos mares navegan
sembrando de ritmo sus aguas.

Guitarra en flamenco engalanada
de toros, de risa y de castañuelas;
en la cuna del alma acariciada
el gemido de tus cuerdas cantan
como los ángeles de la sierra.

En esta noche de luz y de gala
tus amigos somos, guitarra,
pues contigo nació la fiesta,
y has sido la gitana vieja
dando gloria a mi España.
8.5.1989

2. Camino largo

Voy camino del cielo
herido ya por tus dardos
por este bendito suelo
en busca de paz y en vuelo
camino del camino largo,

Llevo buscando un amor
toda una eterna vida
quiero encontrar esa flor
que embellece el corazón
y que al alma la acaricia.

Camino en polvo retorcido
por este viejo universo
por él camina mi destino
pequeño en forma de niño
en este milagro inmerso.

Envejecido y caminante
en busca de felicidad
voy caminando errante,
siempre en busca del amante,
para encontrar en él la paz.

Señales y grietas en mis pies
sangre en mis ojos dormilones;
bañando la brisa mi sien,
paraíso que espero con fé
columpiado por mil pasiones.

¿De dónde vengo y a dónde voy?,
misterio no descubierto,
huellas que se gravan hoy
por este mundo en que estoy
que todo es sueño aun despierto.
29.11.1989

3. Campanas de Navidad

¿Quién toca las campanas,
las tocará el sacristán?;
deja que al portal yo vaya
que la Navidad va a empezar,

¿Qué pescador en su barca
espera en altamar?,
si tocan ya las campanas
repicando allí la paz.

Los Ángeles sus guitarras
se han puesto ya a tocar,
y en esta noche tan clara
está empezado a nevar.

¿Qué tiene la luna blanca?
que se ríe sin parar;
deja ya que me salga
a ver la Navidad

¿Por qué tocan las campanas?,
quién las tocara?,
también suenan las arpas
allí junto al portal.

Noche de misterio engalanada
callad todos, callad;
que voy a cantarle una nana
y al Niño voy a acunar,
en esta noche tan santa
la noche de ja Navidad.
30.11.1989

4. La mujer

La mujer,
el copo de miel;
la leche pura de tus senos,
el blanco manjar de tu cuerpo
para aquel que va a nacer.

La mujer,
almíbar en pastel;
la azucena blanca del huerto,
la vela linda del puerto
en tarde y anochecer.

La mujer,
anís en entremés;
la risa que tienen tus labios,
la voz de tu alma en incienso
al hombre va a enloquecer.

La mujer,
de cielo todo tu ser;
las olas de tus cabellos
en mar azul con tus sueños
por la marisma de mi piel.

La mujer,
sirena de anochecer;
tu cuerpo de luna y fuego,
volcán que abrasa mi cuerpo
y besa mi alma a la vez.

La mujer,
sauce llorón en pie;
orquídea que nace en el suelo,
gaviota que cruza el tiempo,
en sol te vas a mecer.

La mujer,
de mimo y perfume tu sien;
en suave algodón de cielo,
abrazo de madre eterno
para la nena y el bebé.

La mujer,
en jardín de no sé quién;
toda de terciopelo,
que mima y besa el viento
a la sonrisa de tu tez.

La mujer,
un nombre de querer;
el hombre toca tu sexo,
romance todo en un verso
con perfume a clavel.

La mujer,
prendida del hoy y del ayer;
que llevas gravado el sello,
en rayo de luz y destello,
tu cuerpo, bonita mujer.
29.1.1990

5. Deseo final (a mi padre)

Bondad,
vivir siempre en el cielo,
dejar el duro suelo,
frío y todo de hielo,
para la eternidad.

Cantad,
con el alma y con el ser,
que ha nacido en ti la paz
y ha comenzado el Edén
para no sufrir ya más.

Sonad
las campanas del dolor,
que ha muerto ya un amor,
vida, holocausto en honor,
brillando de felicidad.

Libertad
a la huida de este mundo,
sin ningún timón, ni mando,
como fruto ya fecundo
para la eternidad.

Verdad,
si los cipreses ya te esperan
y tu cuerpo pronto espira,
nacerá una primavera
en el alma de tu faz.

Descansad,
barquilla que llega a puerto;
pon en rumbo tu quilla,
por ese mar de eterna vida,
y por aguas puras de paz.
5.3.1990

6. A mi lienzo

Blanco tu cuerpo me espera,
inmaculado y todo de nieve,
tieso almidón sin relieve
y frágil como la cera.

Puesto en pie yo a tu vera
y en mis manos tres pinceles,
van naciendo en tí mil seres
del color en mi paleta.

Pinto en lienzo primaveras
y un alba de amaneceres,
mar, cielo azul y ángeles
sobre lino, cartón y madera.

Con blanco de cinc azucena
y rojo de ciertos claveles,
con sienas, azules y verdes,
pinto a mi querida tierra.

Cuadro, al final que te quiera,
y en tu seno nazcan laureles;
que revistas de luz ya tus sienes
y alumbres como una candela.

Glosa que pinta el poeta
como el jilguero su nido teje,
como niño que en cuna se mece
y en ti la vida se injerta.

Yo quiero estar en tu cerca
y vivir en ti para siempre
y si a mí me visita la muerte,
seré yo quien viva en tu tela.
2.5.1990

7. Hijos del tiempo

Estamos prendidos del tiempo
bajo cielo gris y azul
y en pocos y lapsos momentos,
alegrías y muchos tormentos
esperando a que nazca la luz.

Y somos cien hijos en sueño
en noche preñada de sol;
fieras en cama de hielo,
ebrias de envidia y de celo,
buscando siempre un amor.

Que han de nacer los sarmientos
como el trigo para moler
y ha de anclar en el puerto
la barca hinchada de viento
untada de sal y de pez.

Marionetas en carne y hueso
jugando en mundo sutil,
como si todo fuera un cuento
y en pasajero momento
con un principio y un fin.

A Dios lo tengo en el centro
como faro en altamar
y prendido en este universo
sobre nubes, todas de incienso,
voy pequeño a despertar.
22.5.1990

8. El farol

Esquinado el farol oscuro
en noche de brillo andaluza,
perfuman los jardines y las rosas
los balcones besados por la luna.

Durmiendo se queda el pueblo
y los niños en su cuna
y el farolillo de la calle,
en el beso de la bruma.

Por el estrecho callejón
que el farol tímido alumbra,
va cantando a mi morena,
en fila de a dos, la tuna.

Tres mariposas inquietas
en vuelo de punta a punta,
acompañan en la noche
al farol, que en luz comulga.

El farolillo del pueblo
inflamado de cartuja
está rezando una oración,
en mágica noche de brujas.

Envuelto en rocío el farol
al alba que ya despunta
se va perdiendo su brillo,
que el sol a la noche empuja.

Cuando se borre la noche
y el farol de la esquina no luzca,
despertarán los gorriones
y se quemará la llanura.
31.8.1990

9. Arpegios a mi padre

Labrador,
se descara la muerte con tu vida,
la viña de tu cuerpo se ha secado,
y la quilla de tu barco ha encallado
en noche eterna redimida.

Herrero,
entre ascuas de fuego fundida;
la reja que contigo fue arado,
la tierra de tu cuerpo ha sazonado
y cultivado el trigo de tu campiña.

Luchador,
caballero por esa Castilla;
en vuelo de loca paloma,
tu cuerpo se va y se desploma
y se rompe tu débil arcilla.

Amante,
en tu alma una vela encendida
y en tu corazón una antorcha,
tu vida en blanco de novia,
fue por el mundo en huida.

Padre,
el sudor por tu frente hendida,
con dolor la piel de tus manos,
de tus hijos enamorado,
como viejo tesoro en tu vida.

Víctima,
a tu lado una llama divina,
que has de morir rezando
y en ese místico letargo,
las huellas del dolor reunidas.

Cosecha,
el molino al final del día
con sus piedras ya ha prensado
el trigo, nacido en el campo,
para hacerse blanco de harina.

Oración,
te reza en silencio mi niña
con sollozos y entre llantos,
padrecito para mí un santo,
y por ti se dirán muchas misas.

Resignación,
en tu enfermedad todo sumiso,
invierno, primavera y verano,
tu vida se va desgastando
y en otoño con cuerpo amarillo.

Recordatorio,
que riegue el sol y la brisa
la tumba de tu ser amado,
que siempre fui enamorado
de tu vida, de tu alma y de tu risa.
15.11.1990

10. El dia se va a dormir

Cuando el día duerma en noche
en el cielo con mil luceros,
en el buzón de mi alma
reposaron miles de cartas,
escritas a punta de fuego.

Cuando el día duerma en noche
sobre el musgo y los abetos,
en la torre tres campanas
y en el campo la nieve blanca
descansará en profundo sueño.

Cuando el día duerma en noche
pues se ha vestido de negro
habrá fiesta en la Alhambra
con los arpegios de la guitarra
y con las palmas del flamenco.

Cuando el día duerma en noche
y huela a tomillo e incienso
se prenderán de las ramas
miles de estrellitas blancas
que a florecer va el almendro.

Cuando el día duerma en noche,
todo se quedará en silencio
y es que la noche es sagrada
azabache y morena gitana
y madre dándome un beso.

Cuando el día duerma en noche,
en tu alma y en mi cuerpo
un rayo, casi de nada,
penetrará en mi morada
como guardián de mi sueño.

Cuando el día duerma en noche,
y el canto no suene del jilguero
cantarán grajeando las ranas
al murmullo de vieja cascada
cuando se estrella desde el cielo.

Cuando el día duerma en noche,
se colgará la luna al sereno
pues tiene su cara de plata
y una sonrisa de gracia
que va acariciando mi seno.

Cuando el día duerma en noche,
sobre el molino de viento
te va a cantarte una nana
esa noche en silencio callada
de brisa, de bruma y de viento.

Que cuando el día duerma en noche,
en la poesía del cielo
habrá de nacer en mi alma
la rosa que en fuego del alba
va a amanecer en mi pueblo.
1.2.1992

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