1. El sol duerme

El sol se ha quedado dormido
sobre un algodón de nubes;
ya se han dormido los jilgueros
y callan sus trinos y laúdes.

El sol se ha quedado dormido
y las palomas en los urces;
ya no tocan las campanas,
que la luna sonríe entre luces.

El sol se ha quedado dormido,
y no se oyen sirenas de buques;
que a los balcones de mi casa
el silencio y la calma lo cubren.

El sol se ha quedado dormido
y los leones en la noche rugen
y en el pueblo solo habitan
las notas de un silencio lúgubre.
El sol se ha quedado dormido

y el farolillo en la esquina luce;
la luna bajando está del monte,
en cementerio callan sus cruces,
que el sol se ha quedado dormido
como niño en cuna de nubes.
11.2.1973

2. La noche

En el convento de la noche
cantan Maitines las estrellas;
dormidos están los labriegos
cansados de podar las cepas.

Ya las abejas no liban lirios,
ni rosas, ni azucenas,
pues se han quedado dormidas
en la cuna de sus colmenas.

Pueblo que allá en la vaguada,
dos lámparas lo velan
y los pardos murciélagos
de vuelo danzando con ellas.

El labriego ha dejado las vacas
que rumian la hierba seca,
y al lado de los pesebres
el yugo, el arado y las rejas.

Sé que en el cielo hay caminos,
lo mismo que por la tierra
y los niños están ya soñando
a jugar con su blanca arena.

Sé que por el mar del cielo
navegando están las estrellas,
como si fueran los candiles
de sus soñadas barquichuelas.

Ahora se oye el viento seco
y un aullido en la sierra;
los monjes ya se han dormido
como Ángeles de pureza.

Ya vienen dos perros sueltos
oliendo de puerta en puerta;
se oyen otra vez las campanas,
que el viento juega con ellas.

Cuando despierte la aurora
y el búho retorne a la almena,
decidme si la luna llora
ó hay que apagar las estrellas.

Decidme si cesa el viento,
ó si en el cielo no hay veredas,
que yo seguiré soñando
a la luz de la noche bella.
12.02.2019

Ya vienen tres zagalillos
corriendo por la majada,
los tres zagalillos traen
la Buena de la alborada.

Deja labrador tus rejas,
deja tu dura azada,
que vienen tres zagalillos
y te van a decir que vayas.

Los rayos de sol se asoman
cual centellas en el alba
y alumbran ya al pesebre
la cuna del Niño de mi alma.

Que los zagalillos corran,
que toquen ya las campanas,
que en el seno del inmueble
y lleno de telarañas
está durmiendo un lucero
al sonido de las arpas.

Que tres zagalillos vengan
pa´ saber lo que mandan.

Vete a prisa peregrino,
a prisa, que en la vaguada
hay un niño en un pesebre
y un asno y una vaca
y el José y la María
lo acunan con la mañana.-

Que tres zagalillos vengan
sobre nieve, algodón y nácar
que una vez en el portal
sonarán las guitarras,
porque es la Navidad
de aquella noche santa
el recuerdo de aquel Niño
que nos nació entre las pajas.
13.2.1973

4. La barquilla

Érase una barquilla
que se hundía en altamar
era yo niño, muy niño,
y la luna con su brillo
sobre el mar quería jugar.

El huracán de la noche
la hundía cada vez más
y entre la noche y el frío
la barquilla daba un gemido,
como el moribundo lo da.

Era muy niño yo entonces
y yo no sabía nadar
y soñaba que un cuchillo
con su acero y con su filo
al mar quería rasgar.

A la barquilla de mis sueños
la quise con fuerza salvar
abriendo en el mar un camino
como si él fuese un río
por donde poder navegar.

Yo los remos empuñé
y con ellos me puse a remar,
que ni un solo farolillo,
ni brújula, ni indicios
había para poder mirar.

Con los remos en mis manos
yo me veía ahogar
y en mis esfuerzos dí un grito
y desperté con el cariño
en los brazos de mamá.
Tu vida es la barquilla,

no la dejes naufragar;
empuña sus remos con brío,
que en el puerto hay mil navíos
que allí encontraron la paz.
22.2.1973

5. Canto a España

Así nació España
de Europa la entraña
un día, como hazaña,
ungida y con maña;
así nació España.

¡Cuánto se ha escrito de ti,
cuánta vida y cuánta historia,
qué valentía y qué gloria!
aunque yo no viva allí.

Machado por tierras de Soria
te escribió versos con su pluma
y esta mi poesía me abruma
por escribirla a tu memoria.

España, con olor a rosas rezuma
y es tanta su gran belleza,
que vestida de luz y de pobreza
de sol se viste, de calor y bruma.

Con qué ternura y destreza
canta y llora tu guitarra
con qué alegría canta la cigarra
vaya un pueblo con entereza.

Ya sea de cante y de farra
ó de pasodoble en la fiesta,
España se manifiesta
con salero y con garra.

Esta es la España, sí, esta;
la cocina y sus asados,
los bailes de enamorados,
los labradores y la siesta.

Hay taconeo en tus tablados,
hay sol y azul de mar
y en todos los pueblos un bar
con tapas y vino ajerezado.

Toros y palmas al cantar,
niños, gitanillos callejeros,
tizones debajo sus sombreros
y solo pensando en jugar.

España yo te venero
quijotesca y siempre valiente,
quien no te valore miente,
la mejor del mundo entero.

Creció en mi huerto tu simiente
presa de mi corazón
es mi España y con razón
la tierra que mi alma siente.

Si supiera España el punzón
que me espeta quien no te quiere
y cómo a puñalada hiere
mi alma y vida en sazón.

Si España bella supiere
que su sangre es de galante
y que tiene siempre un amante
que te quiero, que te quiere.

Yo sé que con vino y buen cante
se mata mi triste pena,
estar lejos de ti es condena
!qué dolor y qué aguante!

Y es que corres por mis venas
y es que te quiero tanto, tanto
que ni por demonio, ni por santo,
he de olvidarte, ¡morena!

La Virgen del Pilar con su manto
Y abajo la Virgen del Rocío
han nacido junto a un río
como dos madres de encanto.

En tus plazas toros bravíos
y en tus bodegas alegría
de Santander a Punta Umbría
españoles llenos de señorío.

¡Hay, mi España! ¡qué valía!,
¡qué recuerdo tan bello,
con qué amor llevo tu sello
España del alma mía!
22.2.1973

6. Maletilla

Lleno en polvo y harapiento
por caminos y sendas de Castilla
va caminando un maletilla,
con su cuerpo curtido de viento.

De gitano alborotado tu pelo,
soñando en vestirte de luces,
con toro de sangre que balbuce;
capa en mano y rodilla en suelo.

Trozo en polvo de bravura,
hombre que no es cobarde,
en ruedo pasodoble y tarde
con toros de los de Miura.

Revoloteo de valentía tu vena,
desnudo tu ser ante el toro,
vestido con luces de oro
y solos los dos en la arena.

Toro sediento en sangre,
embestida brava y con alma,
maletilla toreando en calma,
tu cara desafiando al hambre.

Polvo con sol en la fiesta
y pañuelos en los tendidos,
el toro bramando herido,
entra al capote y lo tiesta.

Toro sediento en sangre,
embestida brava y con alma,
maletilla toreando en calma,
tu cara desafiando al hambre.

Te han visto nacer los corrales
y aprendiste de niño la faena
niño torero con ojos en vela
y a la afición tu amistad repartes.

Con olés, palmas y pitos
se queda en silencio la plaza,
que rozan tu cuerpo sus astas
y la gente se asusta en un grito.

Citando al toro en la corrida
por manoletina ó pase de pecho,
la bestia te entra en derecho,
sin tener miedo a perder la vida.

Y qué grande es tu afición,
qué despecho y con qué aguante,
qué citas con pie adelante
y un estacazo remata la acción.

A hombros contigo por el ruedo
con bota de vino de Rioja,
con sangre tu camisa blanca y roja
en tarde de sol y fuego.

Maletilla, gitano de hazaña.
con luces, con oro y con grana,
torea con valor y con garra,
en tardes de sol y de España.
4.11.1988

7. Réquiem a Dalí

Genio en arte, de locura,
fantasma en movimiento eterno;
alborotado está tu cabello
y quijotesco tu bigote de locura.

Naturaleza en cuerpo vivo
que navega en mar de nubes
remando en barca de cruces
por ese tu mar perdido.

Ojos gigantescos del mirar
en tu cara de divina comedia,
rueda de tu vida en feria,
y genio ungido del pintar.

Música que nace de tus manos
rima en sacrificio al arte;
alba, noche, día y tarde,
en abanico tu color sagrado.

Cuerpos que se queman en azul,
patas como hilos de alambre
figuras retorcidas en hambre
y el Cristo de Dalí en su cruz.

Genio cierto en mundo incierto,
ser sumergido en fantasía
como la noche se sumerge en el día
en el corazón un volcán de fuego.

Hombre, niño, pincel y color
no puedo expresar con palabras
la belleza de tus pinceladas
que dan sombras y luces de sol.

Canto a lo divino en lo humano
llevando vas poesía en tu alma
como olas su blanca espuma
con tus seres inmortalizados.

Azul y rojo, cielo y mar,
incienso en bruma y en rocas
en vuelo de blancas gaviotas
tus lienzos al mundo hablarán.

En tardes de Cadaqués
recordando a García Lorca
pintaste junto a las olas
con agua de sal a tus pies.

Nubes de algodón en tus cielos
monstruos naciendo de la nada
cajones del vientre de una dama
y seres vivos tus mágicos lienzos.

De tu árbol cuelgan relojes
queriendo alargar tu vida,
pintor y genio, paloma herida,
en vuelo de locas ilusiones.

Engalanada la Gala de tus sueños
y su cuerpo nacido en tus pinceles
te han coronado de laureles
y en arte llevas un sello por genio.

El alma que en tí vive y no muere,
se ha engendrado en tus cuadros
y en ellos se ha hecho el milagro
de vivir unidos eternamente.

Ochenta y cuatro años de latidos
ochenta y cuatro años todo un genio
que Dios te conceda el premio
del Paraíso por ti merecido.
27.1.1989

8. Recordatorio en paz

Cárdena la tarde de tus ojos
cansados de mirar por la vida;
con pena y caídos a trozos ,
en tierra cubierta de abrojos,
penando de noche y de día.

Cuerpos de gran transparencia,
semilla en terreno divino
con símbolos de reverencia,
imagen de penitencia
y sauce en valle perdido.

Han caído los frutos de tu árbol
y se ha secado la sabia de tu piel;
con letras de oro sobre mármol
yo coloco claveles y nardos
y rezo un Avemaría a tus pies.

Seres con manos temblorosas,
sarmientos diminutos en el cuerpo;
allí nacen un par de rosas
donde posaron también mariposas,
en sepulcro de silencio eterno.

Nido de ratones y alimañas,
camino de ida sin retorno;
siega a golpe la guadaña
entre tumbas y telas de araña
y cuerpos sin vida, ni retoños.

Trincheras testigos de tu miedo,
hijos que acompañan tu martirio;
en corta vida y largo entierro,
tu cuerpo frío como el hierro,
con corona de laureles y de lirios.

Caverna en misterio profundo
silencio eterno de universo:
dejas recuerdo en el mundo
que fuiste un árbol profundo
y después un cuerpo frío y tenso.

Me acerco a la orilla de la tumba
a ver cómo nacen mis penas
grito en caverna profunda
alma sin ropa y desnuda
con cuerpo y alma sin cadenas.

Meditación pura y cristalina
para los que dieron su sangre
canción dormida y furtiva
bulevar en ciudad perdida
cuerpos llenos de enjambres.

Camino largo y callado
de viento dormido en ciprés
camino triste y tan pisado
que las campanas han llorado
naciendo una cruz a tus pies.

Toda tu vida fue una guerra
y toda tu muerte fue una paz;
hay tumbas en toda la tierra
donde tu cuerpo frío se encierra
con el búho de oscura soledad.

Pésame en Requiem de dolor
las campanas que lloran a muerte,
cuerpos en pálido color,
rosas marchitas sin olor
y cirios con perfume a incienso.

Embrión en eterna semilla,
en muerte nacimiento infinito;
en mar y sueño tu barquilla
navega por mares sin orilla
y hacia un descanso divino.
16.1.1989

9. Extremos

¿Qué es la vida, qué es la muerte,
qué es la oscuridad y la luz,
qué es la desgracia y la suerte,
qué es lo débil y lo fuerte,
lo fácil ó a cuestas con la cruz?

Si es blanco, no es negro,
si es alto, no es bajo,
ni el cielo es un infierno,
ni el gato pasa por perro,
ni el ocio quiere trabajo.

El hombre es para la mujer
y la mujer para el hombre;
la cuchara es para comer
y las gafas son para ver
en mundo de ricos y pobres.

Ni el cuerpo vive sin alma,
ni hay verano sin primavera,
ni hay estrés sin la calma
ni una noche sin alba
ni ríos sin tener riberas.

¿Qué es un jardín sin sus rosas.
y un mar sin sus marineros?
qué es la mujer sin ser hermosa
y una pluma en mano sin prosa
y la miés sin un molinero?

El Rey tiene una corona
el río nace de un mantial;
la vida no es para bromas
no hay iglesia sin Roma
ni cárcel sin un criminal.

En el cielo y en la tierra,
en el desierto y población,
en el llano y en la sierra
no hay paz sin que haya guerra
ni odio después de un amor.

¿Qué es un fumador sin tabaco
ó un avión sin un piloto?
El gordo prefiere ser flaco,
el perro está contra del gato,
tampoco hay listos sin tontos.

La cocina sin un cocinero
es como un río sin agua,
como una cartera sin dinero,
como mar sin barca ó velero,
como lluvia sin un paraguas.

Que no hay poesía sin poeta,
ni cuadro sin un pintor,
que con su pluma ó paleta
reparta color y mil letras
despierto ó de soñador.
14.2.1989

10. Poema al caballo blanco

Caballo vestido de blanco
en tierra de Jerez y Viena,
crines de plata en la estepa
y al trote en camino embarrado.

Retozón y engalanado
en tardes de primavera
a galope por la vereda,
erguido, altivo y gallardo.

Jinete en tu lomo caballo,
granizo y copo de sierra,
espuma de mar en la arena
y nube en cielo azulado.

Pintor que te ha pintado
con blanco de cinc en tela;
eterna en polvo tu huella
caballo del camino largo.

En plaza de toros alado
bailando al son de la espuela;
clarines y palmas en fiesta,
tarde en oro y viento parado.

Caballo del Rocío sevillano
blanco como de azucena,
vestido de plata hasta Huelva
de la Virgen enamorado.

Indios del Oeste americano
al trote en tu lomo de seda,
a la caza del ciervo y la fiera
y relincho en paja de establo.

Te montó el griego y el romano
y contigo hicieron la guerra
con la espada ó con las flechas
guerrero valiente el caballo.

Crines al viento por el llano,
eco en la calle de piedra,
retozón en verde ribera
tirando de las varas del carro.

Piruetas en el circo y garabatos
luciendo tu ágil destreza,
con qué soltura y nobleza
como si bailaras un tango.

Caballo a la esquina amarrado
esperando al amo de su siesta
con aguante y con paciencia
y envuelto de sol castellano.

Montura en piel de venado
con bridas de cuero negras,
jinete ebrio de estepas
sobre caballo montado.

Los cantantes te han cantado
y han escrito de ti los poetas
cancioneros, versos y poemas,
eterno en libros y cuadros.

Caballo español retozando
por las lomas y arena seca
que vas dejando tu huella
todo vestido de blanco.
5.5.1989

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